Descubre cómo esta metodología japonesa hará que acabes tus tareas de forma eficiente.
¿Te ha pasado que tienes tantas tareas por realizar que en lugar de terminarlas te encuentras empezando cada vez más? Los embotellamientos no solo suceden en tráfico, ¿verdad? Y es que avanzar se torna complicado cuando todo es “prioridad”.
Justo esto es lo que trata de evitar el método Kanban, una forma de trabajo que pretende gestionar el trabajo de forma fluida y ordenada. Esta metodología es completamente visual, se trata de un tablero que divide las tareas en 3 etapas: To Do (cosas que hacer), In progress (en proceso) y Done (terminado).
La representación visual hace que conozcas a la perfección la etapa de tus tareas, para que identifiques su status y evites los cuellos de botella.

¿Cómo armar tu tablero Kanban? Sigue estos tips:
- Empieza por enlistar tus tareas: Puedes hacerlo diaria o semanalmente. Lo ideal es que dividas las tareas por rubros. Puedes hacerlo por cliente, por categoría o incluso el tiempo que te tomará.
- Añade detalles: Sin importar si usas un tablero físico o virtual es importante que añadas cosas como códigos, fecha de vencimiento, descripción y otros datos clave para realizar el trabajo. Recuerda que trabajas en un equipo, así que es relevante que esta información esté visible para todos (sobre todo para tu jefe).
- Ponte a trabajar: Pasa las tareas de la columna To Do a In Progress y dedícales tu completa atención a cada una. Algo que debes tomar en cuenta es que no puedes saturar la columna de In Progress, pues es ahí donde comienzan los problemas. Sobre la marcha, establece un límite para esta columna y respétalo. Este límite es conocido como WIP. Recuerda siempre establecer tus WIP para que tu trabajo fluya correctamente.
- Añade otra columna: Como en ocasiones existen trabajos que deben pasar por autorización o revisión, puedes añadir otra columna para éstos. Después de In Progress, añade la columna Buffer. Ahí pasarás aquellas tareas ya concluidas, que solo están en espera de pasar a Done.
- ¡Haz pull, no push!: No intentes trabajar en más de 2 tareas a la vez. Ve probando tu propio ritmo y siempre recuerda que lo importante es dejar de empezar nuevas tareas, y comenzar a terminarlas.

¿Listo para probar el método Kanban con tu equipo? ¡Vayan por un tablero, post-its de colores y prueben lo efectivo que es!